28.11.12

APUNTES SOBRE LA ESCRITURA


La escritura y su lugar recóndito y su algo de juego de niños.

Las escondidas. Los espejos.

Mansión en la que adentrarse transgrediendo reglas y prohibiciones.

Hacia el mudo — imposible— lugar de encuentro entre las palabras y las cosas.

Saciedad los dioses dormidos.

Lo tan recóndito de esos dioses.

Lo tan mudo.

Todo eso que no cesa de no escribirse ni decirse.

La comprensión abismada.

Eso que aproxima la piel a un encuentro. es primero sugerencia. detenimiento y promesa.

Nos insinúa. Somos insinuados.

Como sombras en las tardes prontas breves y huidizas del otoño.

Textos. Texturas. Textualidad.

Un susurro en la mansión del silencio.

Delación de nombrar un imposible.
Milagro incompleto. Vaga promesa de quietud.

Es decir para no decir para decir y así.

Esa añoranza particular que produce algo que nos encuentra donde no estamos.

Lo evasivo del mundo permeando nuestras pieles hacia un encuentro tal vez posible.


2.

Con texturas y textualidades, con ternuras y violencias,
la escritura trama y entrama como las subas y bajas de la marea.

Cifra / (des) cifra los signos de la infancia.

Con matices, manejos de luz y de sombra, alternancia de vértigos y reposo,
desvanece los presupuestos, cada «debería ser».

Pensar textos a manera de estampas, imágenes paganas de santos a venerar, figuras de religiosidad o quizás ventura.

Textos estampados como sellos, marcados a fuego o tatuados,

Como los movimientos de las olas, pleamares y bajamares,
la letra crea puntos de coordenada y salvataje.

Estampas como pequeños retratos de lugares inasibles,
resistiendo en la llovizna.

Manifestando los silencios convocados.

3.

Escritura poética como creación de un nuevo cuerpo, un nuevo emplazamiento, un lugar otro desde donde pensar/se que— como el contacto entre las pieles— requiere urgencia pero también algo de vértigo y pudor. Piedad por el secreto y respeto ante el misterio de lo que calla y nos dice. Duerme su tarde invernal y a cada momento puede resurgir.

*

¿Respondo una pregunta que no ha sido formulada y con la respuesta creo la pregunta misma?


¿Como si nombrar fuera perder? ¿ Hallar?  ¿Buscar el sentido originario y mágico de las palabras?

*

Los espacios en blanco del poema como evocación de una nada o una muerte. La aproximación hacia lo que no podrá decirse sucede a través de los márgenes y los recuadros.

Entrar lateralmente a un no lugar para crearlo.

Luces que nos conmueven de estrellas muertas muy lejos. Entre estas paradojas nos movemos.

Contornear el vacío sin despeñarse en él.

Perimetrar.

4.

Hablar de Cura como Restitución de las cadenas asociativas.

Cuando en el mundo no interpretado de la infancia (Rilke), las palabras tomaban significados atroces, la narración de algún cuento infantil, producía un sentido en el mundo.

Proustiana presencia de la madre hilvanando pequeñas historias cuando la noche
y el insomnio tocaban el miedo en su estado abstracto.

Los restantes / faltantes de la trama simbólica piden estas notas, estos nuevos emplazamientos.

En tanto reescritura del propio libreto.

Pero para arrojarlo a lo imposible. A lo impensado.

El cuerpo se des inscribe de los poderes, escribiéndose.

Punto: de la poesía como ética y forma de habitar (Hölderlin / Heidegger).

La lógica de lo posible desvanece ante estas coordenadas.

Liberado de las ficciones neuróticas el vacío también es un lugar.

Ante la finitud asumida y la continuidad simbólica,

escribir como una preparación para el silencio.

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